Dieta cetogénica: dudas frecuentes

La dieta cetogénica genera muchas dudas y preguntas que nos habéis hecho llegar en el canal de YouTube, principalmente en el artículo Beneficios de la Dieta Cetogénica: resetea tu metabolismo y quema grasa, y a través de vuestros comentarios en nuestras redes sociales. Hemos seleccionado las más frecuentes, esperando que resuelvan todas vuestras dudas.

¿Se puede hacer dieta cetogénica con hipotiroidismo o enfermedad de Hashimoto?

En principio, sí. El hipotiroidismo lo que condiciona son los alimentos que se pueden o no tomar, no el hecho de que la dieta sea alta en grasas y baja en carbohidratos, como ocurre en la dieta cetogénica. Se puede hacer dieta cetogénica con hipotiroidismo adaptándola a las necesidades particulares de la persona, individualizando las recomendaciones al máximo.

Si queréis más información sobre el Hipotiroidismo de Hashimoto tenéis un artículo muy completo aquí.

¿Cómo saber si el estado de cetosis es óptimo?

Lo más fiable y objetivo para saber el estado de cetosis en que nos encontramos es midiendo la concentración de cuerpos cetónicos en sangre, y para ello existen distintos dispositivos. Estos dispositivos miden la concentración de cuerpos cetónicos y de glucosa en una gotita de sangre, generalmente del dedo. La medición más precisa se hace en sangre, pues es más fiable, aunque resulta más costosa que otras. (Nosotros usamos una marca bastante precisa, Precision Xtra).

También existen tiras reactivas para medir los cuerpos cetónicos en orina, un método más sencillo y económico, pero menos preciso.

¿Cuánto tiempo es recomendable hacer dieta cetogénica, unos meses o como un hábito a largo plazo?

La dieta cetogénica estricta, que es una dieta muy alta en grasas y muy baja en carbohidratos y almidones, es una herramienta terapéutica, es decir, un tratamiento médico. Esta dieta como tal tiene un tiempo de prescripción y debe ser muy controlada; de hecho, la dieta cetogénica para casos graves de epilepsia o de tumores cerebrales, por ejemplo, se hace en hospitales y se controla a diario.

Cuando seguimos una dieta cetogénica para mejorar nuestra calidad de vida, nuestra salud global y llevar un estilo de vida cetogénico, lo ideal es entrar y salir de ella. Hacer una dieta cetogénica más estricta en torno a 4 semanas, y a continuación hacer una ventana de una semana en la que aumentemos la ingesta de carbohidratos saludables. Nada de bollería industrial, croissant, galletas y azúcares, etc. Introduciríamos carbohidratos en forma de una mayor cantidad de fruta, legumbre, verduras con mayor carga de almidón (como las judías verdes, por ejemplo), cereales integrales de producción ecológica, etc. De esta forma haríamos ciclos de cuatro semanas en ceto estricta y una semana con mayor ingesta de carbohidratos. Así se va ganando esa flexibilidad metabólica de la que tanto hablamos, y resulta más saludable a largo plazo.

En este sentido hay un abanico más o menos amplio de posibilidades.

Hay quien prefiere no hacer dieta cetogénica de forma habitual y entrar en un ciclo de cetosis tan solo dos o tres veces al año, una opción que puede ser interesante. Y hay gente que está más frecuentemente en ceto y sale de vez en cuando de ella.

Hay muchas opciones intermedias. Lo importante es que siempre hay que adaptarlas a las necesidades de cada uno. 

En una enfermedad grave donde el objetivo de la dieta cetogénica es conseguir un estado de cetosis con una finalidad terapéutica, es decir, donde se emplea la dieta cetogénica como un tratamiento curativo, hay que ser más estricto; si lo que se busca es seguir un estilo de vida saludable, o mejorar el rendimiento deportivo y/o intelectual, te puedes permitir más flexibilidad.

El mensaje que tiene que quedar claro es que una dieta cetogénica continua no es saludable, no es lo recomendable, y lo saludable es entrar y salir de ella.

¿Se puede hacer dieta cetogénica si no se consume carne?

Sí, se puede, pero en una dieta cetogénica hay que recurrir a proteínas de buena calidad y de alto valor biológico, y estas son fundamentalmente de origen animal. Por tanto, si no se consume carne, pero sí huevos y pescado, en principio no hay ningún problema. Ahora bien, si no se come carne ni productos de origen animal, va a ser más complicado, porque la ingesta de proteínas va a venir de las legumbres, por ejemplo, y las legumbres tienen mucho almidón. En este último caso será mucho más difícil alcanzar los objetivos de una dieta cetogénica.

¿En una dieta cetogénica se pueden usar semillas de linaza o chía?, ¿cómo y en qué cantidad usarlas? y ¿con qué alimentos combinan?

Sí, se pueden utilizar de distintas maneras. Las semillas de linaza o lino y chía van muy bien para los problemas de estreñimiento. Se pueden tomar como si fuera un suplemento, un alimento-medicamento. Se ponen en remojo durante la noche, y a la mañana siguiente, en ayunas, después de beber agua e hidratarse se puede tomar una cucharada de estas semillas reblandecidas y libres de antinutrientes. También se pueden moler las semillas de lino y de chía y añadirlas, por ejemplo, a un yogur o a una ensalada.

¿La dieta cetogénica está relacionada con la dieta basada en el tipo sanguíneo?

Sí y no. ¡Todo está relacionado!

No, porque la dieta cetogénica lo que define es la proporción de nutrientes: es una dieta muy alta en grasas, muy baja en carbohidratos, moderada en proteínas y que busca un estado metabólico de cetosis. Y además es recomendable enriquecer la dieta cetogénica teniendo en cuenta el grupo sanguíneo porque así vamos personalizando la dieta para cada uno. Por tanto sí, y sería una dieta cetogénica adaptada a cada persona del grupo 0, A, B o AB.

Lo más interesante es hacer recomendaciones nutricionales teniendo en cuenta todos los factores que influyen en nuestra salud. Hay quien los utiliza por separado: hacer dieta cetogénica, o dieta según el grupo sanguíneo, o dieta para mejorar el intestino, o dieta para la piel… Lo más natural, más sano y más beneficioso —en mi opinión— es fundir todos estos aspectos y encontrar lo mejor para cada persona según su naturaleza y condición.

¿En la dieta cetogénica se puede endulzar el café con miel orgánica o se frena la cetosis?

La miel tiene un índice glucémico alto, por lo que aunque sea poca cantidad de miel, al añadirla se sale de cetosis. Para beneficiarnos de las decenas de propiedades beneficiosas que tiene la miel tendría que ser una miel muy buena, no una miel destilada a la que luego le añaden azúcar. En cualquier caso debería ser una cantidad muy pequeña y en la dieta cetogénica la miel está súper restringida, por tanto no es recomendable si se quieren alcanzar los objetivos de una dieta ceto.

¿Cómo se reconoce el pollo ecológico? ¿Cómo se reconoce la carne de vacuno ecológica?

Antes de comprar la carne es complicado reconocerla porque solo nos podemos guiar por el color (por ejemplo, en la carne roja el color será más intenso), por la consistencia y por la certificación (buscando los sellos de calidad que reconocen la producción ecológica).

Después de comprar la carne es necesario tener capacidad de observación, conciencia corporal y notar lo que nos metemos en la boca. Nos fijaremos en el olor, el color, la consistencia y el sabor. En las papilas gustativas se nota por el sabor y la textura. Pero para poder tener unas papilas gustativas sabias, alineadas e inteligentes, es necesario llevar una alimentación sana, ya que cuando tomamos alimentos procesados en nuestra dieta, como azúcares, grasas trans o alimentos con potenciadores del sabor como el glutamato monosódico, se produce una alteración de nuestras papilas gustativas y dejamos de percibir los sabores más sutiles. Por este motivo hay personas que cuando pasan de una alimentación con alimentos procesados y con presencia de todas estas sustancias, a una dieta sana, dicen que la comida no sabe a nada. No es que la comida sea insípida, lo que ocurre es que la capacidad gustativa ha quedado mermada, pero ¡tranquilos porque se recupera!

En las zonas geográficas con mucha tradición ganadera, cuando se come carne de producción ecológica el sabor recuerda a la carne que tomábamos cuando éramos pequeños, esto lo distinguen mucho mejor las personas de más edad. En los últimos años ha aumentado mucho el desarrollo y el uso de aditivos o sustancias que se añaden en la producción de los alimentos, y eso cambia el sabor, por lo que un buen indicativo de carne de buena calidad es la presencia de aquel sabor añejo.

¿Se puede hacer dieta cetogénica con los triglicéridos y el colesterol alto?

Este es uno de los aspectos más discutidos en una dieta cetogénica. Para muchas personas y profesionales el inconveniente de la dieta cetogénica es la ingesta de altas cantidades de grasas.

La elevación de grasas en sangre, colesterol y triglicéridos está muy relacionado con la ingesta de azúcares, hidratos de carbono y harinas refinadas. Éste es un tema fundamental y del que no se habla habitualmente. Si queremos controlar los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre, lo primero que hay que quitar de la dieta son esas sustancias (y no las grasas).

Cuando hacemos una dieta cetogénica se produce una movilización de las grasas. Cuando estamos en cetosis, o cuando en ayunas tomamos un té o café cetogénico, se activa la quema de grasas, se produce una movilización de los depósitos de grasa y transitoriamente puede haber una elevación de grasas en sangre.

El gran gestor del organismo de las grasas es el hígado. Si el hígado se satura porque tiene que digerir y procesar muchas grasas, se puede favorecer una elevación de colesterol y triglicéridos en sangre. Por eso es muy importante hacer esos ciclos de entrada y salida de la dieta cetogénica y dar un respiro al hígado. Para ayudar al hígado es muy importante que en una dieta cetogénica se incluyan alimentos frescos como ensaladas, lechuga, canónigos, rúcula, y todas las verduras de hoja verde, ya que ayudan al hígado a detoxificar y a cumplir con sus funciones metabólicas.

Por último es muy importante tener en cuenta que cuando hay niveles altos de grasa en sangre, hay que tener un buen control de la glucemia, del azúcar en sangre: cuando estamos hablando de niveles altos de grasa en sangre, es muy importante controlar también la glucemia (el azúcar en sangre) porque eso es lo que hace que las grasas sean perjudiciales. Lo que hace que el colesterol sea pegajoso, se adhiera a las paredes arteriales y favorezca el desarrollo de arterioesclerosis, trombosis o embolias, es que haya un estado inflamatorio y de glicosilación, causados por la acción del azúcar sobre estas moléculas.

¿Se puede hacer dieta cetogénica sin vesícula biliar?

Es común pensar que “la vesícula biliar es un órgano pequeño que no cumple una gran función —dicho desde esta estructura encorsetada de una medicina que le da el valor a los grandes órganos, a los órganos nobles— y si da algún problema puede quitarse”. 

La función de la vesícula biliar es el almacén y la digestión de las grasas, función esta última que comparte con el hígado, o sea que no perdemos esa función al perder la vesícula porque contamos con el otro gran gestor de las grasas en el organismo. Pero lo cierto es que las personas a las que se les extirpa la vesícula biliar tienen con frecuencia una serie de problemas con la digestión y la asimilación de nutrientes y en especial con las grasas. Es por ello que va a ser muy difícil hacer una dieta cetogénica sin vesícula biliar, por lo menos hasta que la persona se haya adaptado. El organismo tiene que encontrar de nuevo sus herramientas para procesar bien los alimentos en general y las grasas en particular. Es curioso que ese “globito”, ese órgano tan insignificante y tan discreto, tenga un papel tan importante en estos procesos.

¿Se puede seguir una dieta cetogénica y hacer ayuno si se tiene el síndrome de Gilbert?

El síndrome de Gilbert es una afección hepática en la que el hígado no procesa la bilirrubina de manera adecuada. La enfermedad es hereditaria y tiene un rasgo característico que es que la persona que lo padece se pone amarilla cuando está muy fatigado o cuando hace un sobreesfuerzo físico o intelectual. En este caso ocurre como en el caso anterior, volvemos a tener un hígado con cierta dificultad para hacer su trabajo. Por tanto, habrá que verlo en cada persona, no en el Gilbert, sino en esa persona que tiene un síndrome de Gilbert en concreto. Seguir una dieta cetogénica probablemente será más difícil y habrá que valorar la capacidad de esa persona en particular.

¿Cómo se convierte la proteína en glucosa?

Básicamente porque la proteína contiene D-ribosa. La ribosa es un componente de los ácidos nucleicos que está presente en la carne y que se clasifica dentro de las pentosas, un tipo de azúcar. En el metabolismo de la carne y de esta ribosa, cuando se va descomponiendo en sus elementos fundamentales, acaba fragmentándose en unidades de glucosa. Si hay un exceso de carne acabamos teniendo una mayor elevación de la glucemia (la concentración de glucosa en sangre). 

Para los curiosos: el contenido del azúcar en la carne se ve cuando se cocina y sale esa especie de caramelo marrón que barniza la superficie.

¿La dieta cetogénica mejora la inflamación en personas con Sibo?

Puede hacerlo. El Sibo es un síndrome de sobrecrecimiento bacteriano a nivel intestinal y desplazamiento, ya que la población bacteriana de una zona del intestino no solo crece en exceso sino que coloniza otra zona del intestino, generando problemas de gases, malestar, dolor abdominal y trastornos del ritmo intestinal, aparte de todos los problemas asociados a una mala salud de la flora intestinal o microbiota. 

Una dieta cetogénica puede ayudar en un caso de Sibo porque reduce el nivel de inflamación global en el organismo. Pero en estos casos debería ser prioritaria la reparación del desequilibrio de la flora intestinal. Habría que empezar por ahí, solucionando y equilibrando el problema de la flora intestinal, dando prioridad al componente de la dieta que contribuya a esa reparación en combinación con los principios de la dieta cetogénica.

¿Se puede hacer ayuno tomando refrescos cero o comiendo caramelos sin azúcar?

No es recomendable. Hay quien permite el uso de edulcorantes artificiales en las dietas cetogénicas, pero nosotros no los recomendamos. No los recomendamos por salud, ya que son productos químicos que nos pasan factura y de los cuales se han descrito numerosos problemas de salud asociados, y además por estética, porque favorecen el efecto acordeón (perder peso-ganar peso). Si queréis más información sobre los edulcorantes artificiales aquí tenéis un artículo sobre ello.

Un edulcorante químico, y los refrescos cero y los caramelos “sin azúcar” los llevan, tiene un poder edulcorante tan fuerte que nuestro organismo responde como si hubiéramos ingerido una gran cantidad de azúcar. Esto nos altera hormonal y metabólicamente y favorece la aparición de un estado proinflamatorio y diversos problemas de salud asociados, de los que ya hemos hablado en otros artículos.

El efecto acordeón ocurre en muchas dietas de adelgazamiento y se traduce en que muchas personas que pierden peso luego lo recuperan con facilidad, a veces incluso por encima del peso que tenían en un principio. Y los edulcorantes artificiales favorecen este efecto. Por esto no los recomendamos.

Lo mejor en un ayuno es no tomar nada, no tomar ningún alimento sólido, solo hay que hidratarse. Hay quien defiende el ayuno seco, pero yo creo que en general no es conveniente porque tenemos que estar bien hidratados para favorecer la eliminación de toxinas de nuestro organismo a través de la orina durante este periodo de limpieza que es el ayuno y porque nuestro intestino sufre con la deshidratación o con la subdeshidratación.

Si se quiere endulzar o añadir un toque de sabor al agua se podría añadir zumo de limón.

¿Cuántas veces a la semana podemos comer grasa? ¿Qué cantidad de grasa podemos comer al día?

Se puede y se debe comer grasa de buena calidad todos los días.

Si esa grasa está incluida en la carne, por ejemplo en un asado, entonces se comería mucha grasa, pero también mucha proteína, por lo que se saldría de cetosis.

La cantidad de grasa diaria, en el contexto de una dieta cetogénica, depende de cada persona y del tipo de alimentación cetogénica que quiere llevar (más o menos estricta), de los objetivos particulares, etc.

Si tienes dudas sobre cómo iniciarte en la dieta cetogénica, tenemos un programa nutricional para iniciarte en la dieta cetogénica y que te permitirá hacer una cetoadaptación adecuada y sin contar macros a lo largo de 8 semanas. AQUÍ tienes toda la información sobre el Programa Ceto Flexible.

¿La dieta cetogénica necesita un control médico?

Una dieta cetogénica estricta requiere un seguimiento estricto. Es una dieta donde el 80-90% del valor calórico de las ingestas es en forma de grasas: eso es mucha grasa y tiene que estar controlada, por eso se suele hacer en hospitales y con un seguimiento estrecho. Hoy es difícil incorporar una dieta de este tipo en el sistema público de salud ya que muchos médicos ponen pegas o incluso animan a sus pacientes a dejarla porque  consideran que no es buena, muchas veces desde el desconocimiento.

Falta mucho conocimiento, educación e ir saliendo de esquemas antiguos, aprendiendo y analizando los estudios. La dieta cetogénica está a punto de cumplir los 100 años de historia y hay muchísima información e investigación disponible.

¿Por qué me cuesta dormir haciendo dieta cetogénica? ¿Qué puedo hacer para dormir mejor?

Sin conocer el caso concreto es difícil saber qué hacer. Como recomendación general puedo decir que es necesario mejorar la higiene del sueño. Aquí tenéis un artículo completo sobre cómo mejorar la calidad del sueño. También es recomendable ajustar el reloj biológico, pues se percibe una respuesta muy positiva en el organismo cuando adelantamos los horarios y los ajustamos a nuestro reloj biológico. Pero no se trata solo de adelantar la cena para haber hecho la digestión antes de irnos a la cama, sino también la hora de acostarnos pues se nota mucho incluso en el control del peso. Se ha visto que en personas que quieren perder peso, o incluso en personas delgadas que tienen mucha dificultad para ganar peso, mejora notablemente la respuesta del organismo cuando se ajusta el horario y se adapta bien al reloj biológico.

¿La grasa es mala para el corazón, las arterias y el cerebro?

Es mala según el tipo de grasa y el estado de glicosilación o de adhesión de partículas derivadas del azúcar en estas moléculas.

¿Se puede entrar en cetosis siendo vegetariano o vegano?

Las personas vegetarianas tienen más complicado entrar en cetosis, y los veganos más todavía porque no toman ningún producto de origen animal. 

Las personas vegetarianas y veganas obtienen el aporte de proteínas de alimentos de origen vegetal, como la legumbre, que son ricos en almidones e impiden la entrada en cetosis.

Por otro lado, hay otra cuestión importante para nosotros y es que muchas personas vegetarianas o veganas incluyen en su dieta con frecuencia, entre otros alimentos de origen vegetal, el tofu y otros “derivados blancos” de la soja, y no somos partidarios de tomar estos productos como fuente de proteínas.

Sí son beneficiosos para la salud otros derivados de la soja, los fermentados, como el miso y el tamari, pues aportan probióticos beneficiosos para la flora intestinal, aparte de mostrar otras propiedades interesantes para la salud. Por ejemplo, el miso ha mostrado tener una capacidad de protección frente a radioterapia: en personas que van a ser sometidas a radioterapia puede ser interesante incluir el miso en la dieta, por ejemplo, en forma de sopa de miso o añadiendo una pequeña cantidad de miso al puré o a la crema de verduras.

Fuera de estos derivados de la soja, el resto no son recomendables: el tofu, la leche de soja (o bebida de soja), el yogur de soja, las salchichas de soja, las hamburguesas de soja, etc. todos los derivados blancos de la soja son indigestos. Cada persona es distinta pero, en general, resultan indigestos y pesados para el aparato digestivo. Además, son alergénicos: favorecen la respuesta de nuestro sistema inmune y contribuyen al desarrollo de enfermedades como las alergias, el asma y la dermatitis, entre otras.

Por último, hay que saber que la mayoría de la soja que se consume hoy en día procede de cultivos modificados genéticamente y no está del todo claro que esto no tenga un efecto perjudicial en la salud.

Por tanto, aunque se puede es complicado hacer una dieta cetogénica para una persona vegetariana o vegana.

¿Qué grasas de origen animal son de buena calidad?

En primer lugar, que sean de animales salvajes que hayan vivido en estado natural o de animales cuidados en un sistema de producción ecológica.

De origen terrestre y de origen marino.

La grasa de los animales se encuentra bajo la piel, concentrada en determinados órganos (como el hígado, por ejemplo) e incluida en los fascículos musculares. 

Si puede ser de caza o de animales que han estado en el monte o en el campo en libertad, mejor; y si no, de producción ecológica. Esto es un aspecto muy importante porque la grasa concentra las toxinas, y si tomamos grasa de animales que han estado sometidos a mucho estrés o que han comido alimentos contaminados, o pasto contaminado con herbicidas y pesticidas, tomaremos esas toxinas que se concentran en la carne y en la grasa. Comer esa grasa nos va a aportar los beneficios de la grasa y los inconvenientes de todos esos tóxicos. Incluso de las toxinas endógenas, las que fabricamos nosotros, que es lo que ocurre, por ejemplo, en animales muy estresados. Los animales que viven estabulados, en grandes naves industriales hacinados y sufriendo, liberan adrenalina, y esa adrenalina es una toxina para ellos… y para nosotros. Por todo ello se recomienda carne y pescado de buena calidad.

Del mar se recomienda el pescado azul, rico en ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6. Lo ideal es que sea salvaje, de aguas frías y de tamaño pequeño o mediano para evitar la acumulación de metales pesados que hay en los peces grandes como el tiburón, el atún rojo o el pez espada. Es mejor consumir peces pequeños, como las sardinas, los boquerones, la caballa, etc.

¿Es seguro hacer dieta cetogénica durante el embarazo?

Algo muy importante durante el embarazo es que no se hagan cambios drásticos en la alimentación. Los cambios y las preparaciones se tienen que hacer antes del embarazo. 

Hay detractores de esta dieta que dicen que en el embarazo no se puede seguir una dieta cetogénica porque el feto se nutre y necesita niveles altos de glucemia materna, alimentándose fundamentalmente de hidratos de carbono.

Es muy importante la adaptación de esa mujer a una dieta cetogénica, debe tener esa flexibilidad metabólica de la que hablamos así como un nivel de energía estable y un nivel metabólico saludable con esa alternancia de ciclos de entrada y salida acompañado de elevaciones en su ingesta de hidratos de carbono, de verdura, fruta, legumbres, arroz, etc. Y en el caso de estar embarazada debería ser más frecuente mantener niveles un poco más altos de glucemia y más bajos de cetosis.

¿Se puede comer fruta en la dieta cetogénica?

En la dieta cetogénica se restringe mucho el consumo de fruta porque debido al aporte de azúcar nos hace salir de cetosis. Por tanto, la fruta queda restringida a una cantidad muy pequeña y a una variedad estrecha, solo de bajo índice glucémico, fundamentalmente frutos del bosque, arándanos y frambuesas. Es uno de los inconvenientes de la dieta cetogénica, y por eso se pueden aprovechar los momentos de flexibilidad para comer mayor cantidad y variedad de fruta. 

La fruta no aporta nada que no aporten otros vegetales, por lo que hay que asegurar el aporte de vitaminas, minerales y fibra a través de las hortalizas y las verduras. Es ahí donde tenemos que hacer todo el énfasis, y además que sean en buena cantidad para ayudar también al hígado en su trabajo de metabolización de las grasas.

¿La fructosa de la fruta es buena o mala para la salud?

Es mejor el azúcar de la fruta o fructosa que el azúcar en general. Es un azúcar que manejamos mejor, que tiene un metabolismo más lento y que no da tantos picos de hiperglucemia. Por tanto, es mejor el azúcar de la fruta que la de un pastel, por ejemplo. Además de ser un alimento dulce, se acompaña de vitaminas, minerales y fibra, todos ellos nutrientes muy importantes para nosotros.

El problema de la fruta es que la comemos todo el año. 

Nuestros ancestros tomaban fruta en momentos muy puntuales, principalmente al final del verano que era cuando habían madurado las frutas y hacían acopio de ellas. Esto contribuía a aumentar sus reservas de grasa porque el aumento de azúcar favorecía el depósito de grasa y, acumulando esa energía extra en forma de grasa, se protegían frente a las futuras inclemencias del invierno y la escasez de alimento.

Esto es muy importante pues hay una diferencia clara entre tomar fruta todo el año y tomarla en un momento puntual.

Por otro lado, ¿qué tipo de frutas comían nuestros ancestros? Principalmente bayas y pequeños frutos del bosque de bajo índice glucémico.

Por último, hay que hablar de cómo han evolucionado las frutas: se han ido haciendo híbridos y ahora tomamos alimentos que son nuevos en la evolución. Nosotros nos adaptamos muy rápido a los cambios, pero metabólicamente hablando tenemos un sistema enzimático, que va rompiendo y aprovechando los alimentos, que data del paleolítico. Estamos intentando digerir y absorber bien alimentos nuevos que son resultado de la hibridación con un sistema metabólico antiguo.

¿Comer dos huevos al día aumenta el colesterol?

Los estudios que se han hecho con la ingesta de huevo y la valoración de los niveles del colesterol no han demostrado que el consumo de huevos aumente el colesterol en sangre.

¿Por qué la mantequilla es buena y la leche es mala?

Hay que estudiar la procedencia y la calidad del alimento.

En general, la leche de vaca y los derivados de la leche de vaca nos dan problemas, y toleramos mejor la leche y los derivados lácteos de otros animales, como la cabra y la oveja, e incluso la búfala (en la mozzarella). Si quieres saber más sobre los problemas asociados al consumo de leche te aconsejamos este artículo en que hablamos de la leche y el calcio.

Por otro lado, es muy importante la calidad del alimento. Es muy distinta la calidad y el impacto que tiene en nuestra salud global la leche que procede de un animal que ha vivido en un sistema de explotación masiva del que ha vivido en libertad o que ha sido cuidado en un sistema de producción ecológica, que ha comido un buen pasto, etc. Por ejemplo porque es un alimento rico en omega 3. (Nos parece que los alimentos de origen animal no tienen ácidos grasos esenciales omega 3, pero no es así: la leche de una vaca de producción ecológica que come pasto es rica en omega 3 y las grasas derivadas de estos lácteos, como por ejemplo la mantequilla, más rica todavía).

Otro aspecto importante es la persona que consume estos alimentos. Los desaconsejo en general porque están asociados con muchos problemas de salud como el asma, la dermatitis, problemas digestivos, problemas del estado de ánimo, depresión, ansiedad, cáncer… Pero si la persona en general tiene un nivel de salud óptimo y además una tolerancia innata y adecuada a estos alimentos, los puede consumir.

En cuanto a la mantequilla, lo más importante es que es más fácil de digerir. El principal inconveniente de los lácteos es que no los podemos digerir bien y eso genera problemas a nivel intestinal que afectan a otros aspectos de la salud. Esto es en parte porque la mantequilla es fundamentalmente grasa, no tiene ni la lactosa que es el azúcar ni la caseína que son las proteínas de la leche, y ambos son los factores implicados en la mayoría de los problemas derivados del consumo de lácteos.

La mantequilla es fundamentalmente grasa (algo más del 80% es grasa, el 18% es agua, un pequeño porcentaje son sales minerales y un 0,06% hidratos de carbono). Es, por tanto, un alimento lácteo que metabolizamos mucho mejor que la leche y este es un aspecto importantísimo. 

Por eso “leche, no; mantequilla, sí”, pero con todos estos matices y siempre mantequilla de producción ecológica y preferiblemente de pasto.

¿Cómo evitar el efecto rebote al salir de cetosis?

Lo más importante es que la dieta cetogénica te lleve a un estilo de vida cetogénico: comer con esa flexibilidad tipo cetogénico y puntualmente salir, o ser un tipo más flexible y puntualmente entrar en cetosis; y acompañarlo de ayunos intermitentes y actividad física. Ambos, muy importantes en la dieta cetogénica.

Por tanto para evitar el efecto rebote hay que sumergirse en un estilo de vida cetogénico.

¿En qué se diferencia la dieta cetogénica de la dieta Atkins?

La dieta cetogénica es una dieta alta en grasas, muy baja en carbohidratos —especialmente, almidones— y moderada en proteínas, que quiere imitar el estado metabólico de los ayunos con un funcionamiento a base de cuerpos cetónicos como combustible. La Atkins es una dieta rica en proteínas. 

La principal diferencia es que la dieta cetogénica es una dieta moderada en proteínas porque una alta cantidad de proteínas nos saca del estado de cetosis, pues en su metabolismo se generan unidades de glucosa.

Todos los productos y contenidos ofrecidos por Vida Potencial (tales como, programas y cursos de nutrición, actividad física y vida saludable, libros, vídeos, artículos, posts, podcast, Vlogs y video-tutoriales) tienen naturaleza meramente informativa y divulgativa y en ningún caso constituye servicio médico o sanitario de ningún tipo ni sustituye la consulta con un médico especialista, por lo que no deben ser aplicados sin la aprobación previa y supervisión de un médico o profesional de la salud especializado, particularmente en casos de personas con patologías, lesiones, limitaciones o anomalías físicas o nutricionales o cualquier otra condición especial. Ninguno de los productos, servicios y contenidos ofrecidos por Vida Potencial pueden servir de consejo médico, diagnóstico, prescripción ni tratamiento de tipo alguno de dolencia, enfermedad o patología.

¿Qué te ha parecido este artículo?

¡Déjanos tu comentario! Gracias.