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¿Qué es el reloj biológico? Cronotipos, hora solar y Benjamin Franklin

Benjamín Franklin decía que si te acuestas pronto y te levantas pronto, conseguirás ser sano, conseguirás ser rico y conseguirás ser sabio.

No estamos de acuerdo. Primero, en lo de rico y sabio creemos que hay más correlación que causalidad. ¿Uno se hace rico y sabio porque se acuesta pronto? ¿U ocurre que mucha de la gente que es rica y sabia se acuesta o puede acostarse pronto? ¿Hay correlación? Es decir, son dos hechos independientes que se solapan o ¿hay causalidad?, lo que significa que una cosa hace que la otra suceda. Francamente pensamos que hay correlación y que no hay causalidad.

En lo único que creemos que hay algo de verdad es en lo de que te hace más sano, pero solo si eres de un cronotipo concreto, el madrugador.

Tipos de cronotipos

Hay varios tipos de cronotipos. Por un lado está el tipo de persona que por su naturaleza se siente mejor acostándose pronto y levantándose pronto: este cronotipo es el madrugador.  Por otro, el tipo de persona que por su naturaleza tiende a acostarse más tarde y a levantase más tarde pertenece al cronotipo nocturno.

Mientras las personas de cronotipo madrugador tienden a ser productivas y se encuentran geniales por la mañana, las pertenecientes al cronotipo nocturno son las que, en general, por la mañana les cuesta madrugar y arrancar y son más productivas por la tarde.

También están los cronotipos intermedios y los marginales, pero en general la mayoría de la población está en esos dos cronotipos principales.

Por lo tanto esa creencia de que acostarse pronto y levantarse pronto potencia nuestra salud, necesita ser matizada, porque depende de qué cronotipo seamos.

Se ha visto que las personas de cronotipo nocturno, esas que funcionan mejor cuando se acuestan tarde y se levantan tarde, tienen más incidencia de enfermedades cardíacas, respiratorias o diabetes, por ejemplo, y por esto se ha popularizado esa teoría de que lo más sano es tener un cronotipo madrugador.

El mundo en el que vivimos está diseñado para funcionar con un cronotipo madrugador y desfavorece a los que tienen un cronotipo nocturno, y eso es lo que perjudica su salud, no el ser de un cronotipo nocturno, sino ser de un cronotipo nocturno y tener que adaptarse a unos horarios y a un ritmo vital de madrugadores.

La época industrial ha favorecido a los que son de cronotipo madrugador, mientras que el cronotipo nocturno sufre problemas de salud por una mala adaptación.

Es importante entender que aunque clásicamente se habla de estos dos cronotipos, no todas las personas están en esas dos categorías. Hay tipos intermedios, medio madrugadores y medio nocturnos con muchos matices. Y no podemos olvidarnos de las excepciones, porque hay personas, muy pocas, que tiene suficiente con dormir tres horas al día. Estas personas son los outliers, los excepcionales, y aunque todos queremos pensar que pertenecemos a ese pequeño porcentaje de la población, la realidad es que la mayoría de nosotros necesita dormir 7, 8 o 9 horas dentro de nuestros horarios.

Cuando decimos que existen dos cronotipos, el tipo que funciona mejor por la mañana, acostándose pronto y levantándose pronto, y el tipo que funciona mejor acostándose un poquito más tarde y levantándose más tarde, no significa que pertenezcas a uno u otro grupo por tus circunstancias vitales. Es decir, que si eres enfermera y entras a trabajar a las 7 de la mañana, o eres vigilante nocturno, y estás toda la noche despierto, pudiera ser que tu horario laboral no coincida con tu cronotipo y estuviera perjudicando tu salud. Se calcula que aproximadamente el 40% de la población sufre de privación de sueño durante los días laborables y se recupera durante los días libres.

Los horarios habituales de un tipo madrugador, de los que se acuestan pronto, podría ser irse a la cama a las 22h o 10:30h o incluso tan pronto como las 21h. Para el tipo nocturno, tardío, la hora de acostarse puede rondar las 23:00 u 23:30h o incluso más tarde.

Diferencia entre hora legal y hora solar

Una cosa curiosa a tener en cuenta es la diferencia entre la hora legal y la hora solar, que es la hora biológica para nosotros. En muchos lugares, por ejemplo en España y concretamente en Santander, donde vivimos nosotros, vamos muy por delante del horario solar, hasta dos horas y media en verano y una hora y media en invierno. Si en nuestra ciudad, Santander, en invierno nos vamos a la cama pongamos a las 12 de la noche, para nuestra biología y para nuestro sistema hormonal en realidad son las diez y media.

Esto es algo a tener en cuenta dependiendo de dónde vivamos, y resulta conveniente consultar en Google cual es la hora solar en nuestro lugar de residencia. Mientras que en algunos lugares la diferencia no es destacable, en ciertas localizaciones tiene mucha relevancia. Por ejemplo, en el Oeste de España, en Galicia, la diferencia es enorme entre la hora legal y la hora solar o biológica, que puede tener una repercusión importante en la salud en algunas personas.

Qué es el reloj biológico

El reloj biológico es el ritmo de variaciones que llevamos en la secreción de hormonas y otras funciones vitales. Por ejemplo, la secreción de melatonina se produce cuando se pone el sol, porque la melatonina es la hormona que nos ayuda a conciliar el sueño y a descansar. El cortisol, la hormona del estrés que nos despierta y nos pone en marcha, se libera cuando amanece, en las primeras horas del día y cuando la luz es potente. La fortaleza intestinal, o el ritmo a nivel digestivo, cómo hacemos la digestión, suele ser más potente en la primera mitad del día. Y así muchas de nuestras funciones vitales están sincronizadas y acompasadas con la luz solar, no con la luz legal que pone en el reloj.

Hay una teoría que dice que la razón principal por la que hay dos grandes grupos de cronotipos, los madrugadores y los nocturnos, es que fue una adaptación evolutiva para minimizar la exposición al riesgo durante la noche, en el pasado, cuando vivíamos en un mundo lleno de peligros. La evolución hizo que en un grupo, una tribu o un clan de 100 o 120 personas, más o menos la mitad dormía de una manera natural entre las ocho de la noche y las cuatro de la mañana, y la otra mitad lo hacía entre las doce de la noche y las ocho de la mañana. De esa manera, durante prácticamente todo el día había personas despiertas, pues solo queda una pequeña franja horaria, entre las 12 y las 4, en la que estaban todos dormidos. Aunque en realidad tampoco era así, porque siempre había alguno despierto que pertenecía a ese pequeño porcentaje del cronotipo excepcional. Esta adaptación evolutiva era una manera de minimizar riesgos y poder prevenir un ataque de animales o cualquier cosa que podía pasar en ese entorno tan peligroso. La tribu estaba siempre más o menos vigilada, porque siempre había alguien despierto.

Por cierto, se dice que Benjamín Franklin no madrugaba.

¿Qué te ha parecido este artículo? ¿Tu reloj biológico está en hora?

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1 comentario en “¿Qué es el reloj biológico? Cronotipos, hora solar y Benjamin Franklin”

  1. És un tema muy interesante y del que últimamente he estado buscando información porque llevo un tiempo levantándome cansada aunque yéndome a dormir cada vez más temprano y levantándome más tarde y con dificultad.
    Gracias por el trabajo que hacéis!
    Ahora pensaba que quizás se madrugadora a la hora de irme a dormir y nocturna a la hora de levantarme 😓

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