Esta crema de remolacha lleva un ingrediente muy especial: miso sin pasteurizar. Además de enriquecer la microbiota, le da un toque muy sabroso y diferente a la crema.
Esta forma fermentada de la soja puede ser muy beneficiosa para nuestra salud, pero para no deteriorar sus propiedades nutricionales es importante añadirlo al final de cocinado y no dejar que hierva.
Lee las etiquetas y asegúrate de comprar miso sin pasteurizar, de lo contrario no tendrá las colonias de bacterias beneficiosas para nuestro organismo, perdiendo así parte de sus beneficios.
80 ml nata eco
60 g mantequilla eco
20 g miso sin pasteurizar
Limón
Pimienta negra
Sal
Preparación
Limpiamos y troceamos la remolacha.
En un cazo calentamos la mantequilla y rehogamos la remolacha a fuego lento durante 10 minutos. Salpimentamos al gusto.
Añadimos el zumo del limón y cubrimos con agua*. Lo dejamos cociendo durante 10 minutos más.
Cuando la remolacha esté cocida, la trituramos con la ayuda de una batidora o pasapurés hasta conseguir una crema fina.
Incorporamos la nata y el miso y lo cocinamos todo junto un par de minutos, con cuidado de que no llegue a hervir.
Servimos caliente.
* Podemos cambiar el agua por caldo de verduras.
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