10 Consejos para reducir la acidez de estómago

Quienes sufren enfermedad por reflujo gastro-esofágico, hernia de hiato o alguna circunstancia con hiperacidez gástrica, suelen presentar síntomas tan molestos como quemazón, escozor, ardor o dolor en la zona del pecho, incluso irritación de garganta y tos.

En la mayoría de los casos se pueden controlar las molestias con algunos cambios en la alimentación y el estilo de vida que se encuentran al alcance de todos y son muy fáciles de implementar en el día a día, como son la dieta, las prendas de vestir y la postura. Veamos cada uno de ellos.

Dieta para reducir la acidez

Cuando el contenido gástrico ácido del estómago se escapa en sentido ascendente, entra en contacto con la delicada pared del esófago causando síntomas como ardor, quemazón o escozor.

Si nuestro estómago tiene mucho que digerir, necesita producir una gran cantidad de ácido, resultando más fácil que éste refluya en sentido ascendente hacia el esófago. Una forma de reducir los síntomas de la acidez pasaría por disminuir la cantidad de ácidos en el estómago, como puede ser a través de una dieta que facilite el trabajo digestivo:

● tomar raciones pequeñas
● comer sin prisas
● masticar muy bien los alimentos y paladear a conciencia los líquidos
● evitar estímulos estresantes como trabajar mientras se come, discutir o hablar con ansiedad, escuchar las noticias durante la comida o ver una película o serie que provoque alteración o nerviosismo.

Todo eso influye en la producción de ácido en el estómago y es posible ponerlo en práctica cada día de manera sencilla.

En este sentido también es conveniente evitar aquellas combinaciones de alimentos que son desfavorables para el proceso digestivo, como mezclar:
● carne y pescado en una misma comida
● lácteos con fruta
● patata y carne
● pasta y carne
● fruta y cereales
● tomar la fruta de postre

Estas combinaciones de alimentos requieren enzimas y niveles de pH incompatibles entre sí, y complican enormemente el trabajo digestivo. En una persona con problemas de acidez, comidas de este tipo provocan una intensa producción de ácido que agrava los síntomas.

Si quieres saber más sobre salud digestiva aquí tienes un artículo completo muy interesante.

Un segundo aspecto de la dieta que ayuda mucho a reducir los síntomas de acidez es ayudar a nuestro cuerpo a mantener cerrado el esfínter (es decir, el anillo muscular) que corta el paso entre el estómago y el esófago.

En condiciones normales, este esfínter se mantiene cerrado cuando el estómago está trabajando para así proteger al esófago de la irritación que se produciría por un escape de ácido gástrico.

Pero si hay un exceso de presión en el estómago o una elevación física (un desplazamiento) de la unión esófago-estómago (como sucede en la hernia de hiato), este bloqueo natural mecánico falla y se producen fugas de ácido a su través.

Hay ciertos alimentos que dilatan ese esfínter y, con la apertura del anillo, facilitan la salida de contenido del estómago hacia el esófago, por ello es interesante evitar el consumo de:

● grasas
● chocolate
● café

Para evitar la acidez no es aconsejable tomar de postre quesos grasos, helados, chocolate o bombones, entre otros, siendo más recomendable dejarlos para otro momento como el tentempié de la mañana o de la tarde.

En cuanto al café de la sobremesa, es preferible dejar pasar un lapso de tiempo de al menos treinta o cuarenta minutos después de comer para evitar la acidez.

El tabaco también favorece la apertura del esfínter esófago-gástrico, por lo que para las personas que fuman es recomendable evitar hacerlo inmediatamente después de una comida principal.

Otro consejo para reducir la acidez por la noche es evitar los alimentos crudos en la cena y tomar, por ejemplo, en lugar de una ensalada un plato de verduras cocinadas (cocidas, al vapor o a la plancha suave).

Una de las razones por las que el contenido del estómago asciende hacia el esófago es puramente mecánica y se produce por el exceso de presión en el estómago. En este sentido, este aumento de presión se puede producir:
● desde dentro, por un estómago muy lleno (comidas muy copiosas o beber mucha agua con la comida, por ejemplo)
● desde fuera, por un aumento de presión sobre el abdomen

Aquí es donde podemos intervenir y evitar prendas apretadas en el abdomen como fajas, corsés, cinturones, faldas o pantalones muy ajustados que ejercen presión desde el exterior sobre el estómago y con ello empujan el ácido hacia el esófago.

Reducir esa presión utilizando prendas holgadas, cinturones sueltos o ropa interior ligera, además de erguir la postura, puede aliviar la presión y mejorar los síntomas de la acidez.

Postura para reducir la acidez

Cuando nos tumbamos, el contenido del estómago pasa, por acción de la gravedad, hacia el esófago. Lo podéis comprobar fácilmente si os agacháis inmediatamente después de beber o si hacéis el pino tras el almuerzo.

Este paso de contenido gástrico hacia el esófago es aun más acusado si hay mucha presión en el estómago y/o si el esfínter esófago-gástrico es incompetente (y falla la compuerta).

Por eso, para evitar la acidez, no es aconsejable echarse una siesta inmediatamente después de comer. Y de hacerlo, es preferible que sea en posición sentada en lugar de tumbado.

Por la noche, es conveniente dejar pasar dos horas antes de irse a la cama, ya que es el tiempo requerido (de media) para vaciar el estómago.

Si las molestias debidas a la acidez se producen durante el sueño, es aconsejable dormir con dos almohadas o elevar el cabecero de la cama en caso de que éste sea reclinable o articulado.

Estos diez gestos fáciles y al alcance de todos pueden mejorar los síntomas del reflujo gastro-esofágico, la hernia de hiato o la hiperacidez gástrica.

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